martes, 13 de mayo de 2014

Los días en que la vida me amaba

En esta tarde silenciosa
en que mi vida se desliza hacia otra vida
extraño más que nunca
los días en que la vida me amaba,
en que tu juventud me sonreía,
en los que la noche era corta
y bastaba la oscuridad para verte.
Extraño la risa de los dos
recorriendo la casa donde vivían nuestros sueños,
las primeras caricias del sol al regresar de la noche
y tus manos anudándose a las mías.
Extraño ese mundo que era de los dos:
la calle, el ruido de la ciudad,
el anonimato cuando nos abrazábamos y soñábamos
con otros días y otros mundos,
todos los imposibles que recorrimos juntos
y el tiempo perdido de tu ausencia.
Extraño ese que fui en tus brazos,
el hombre que ya no soy,
el amado tuyo, tu amor.