Hoy
no me da la gana ser feliz. No quiero ni ver esa palabra. Hoy
necesito estar triste. Ser triste. Dejar que los fracasos, los nos,
los nunca más, los adioses se tomen mi vida. Hoy y cuantos días
sean necesarios voy a estar triste hasta que ya no lo resista más y
al fin vuelen lejos de mí esos pájaros negros que llevo escondidos
en mí desde hace tiempo.
He
decidido mandar al carajo la felicidad de los felices y ser ese yo
que está harto de los días perdidos, de los amores fallidos y de la
falsedad de la vida.
Hoy
no me da la gana ser feliz.