Ese sentimiento de los dos
de ser como ríos
de ser como ríos
destinados
a un sólo mar,
ese
ser para el otro
en
la cercanía y en la lejanía,
ese
despertar cada mañana
y
descubrir que no éramos un sueño,
ese
universo que creamos
para
no tener que escondernos
de
nosotros, sino para ser al fin
esa
eternidad
que
aún llevo conmigo,
ese
nosotros que no me deja nunca solo,
esos
sueños
que
nos soñaban antes de ser,
ese
amor que ya nos conocía
y
que tiene una sed infinita de nosotros
somos
los dos nadando
para siempre
en los recuerdos del otro.
en los recuerdos del otro.