sábado, 20 de septiembre de 2014

La vejez

Así pues esto es la vejez.

Un montón de recuerdos

desparramados en el ayer.

Dolores que no cesan

y que se callan.

Unas ganas locas

de quedarse sentado

mirando un mar que no se volverá a nadar.

Besos y miradas

congeladas en la piel.

Gritos que vienen de lejos

y que erizan las tardes.

Una insatisfacción

un desasosiego,

un morir de ganas de seguir siendo

y de desear no ser al mismo tiempo.

Mirarse al espejo

y ver que se es otro,

otro que nos conoce de memoria.

Acercarse al abismo

con los ojos del miedo

abiertos de par en par.

Cerrar los ojos

para soñar que esto

no nos está pasando a nosotros.

Escribir como única forma

de no morir del todo.

Y sonreír, siempre sonreír

negando el pavor de los días contados.

Así que esto fue la vida

y ya no recuerdo para qué fui feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario