martes, 23 de septiembre de 2014

*Qué difícil amarla

Qué difícil amarla
y sólo poder manifestarlo
con torpeza, pues no sé hacerlo mejor;
querer estar con ella,
pero preservar al mismo tiempo
mi necesaria soledad;
hablar con ella
sin saber bien lo que quiero
y lo que soy;
seguir siendo sin perderme
en lo que ya no soy;
entenderme y aceptarme
cuando cada día al amanecer
ya soy otro;
aceptar que nunca soy el mismo
aunque me sienta el mismo;
comprenderla,
porque ella también cambia continuamente
y casi siempre
sólo somos fugaces instantes 
del deseo y el amor;
conocer la alegría y la dicha
y resignarme a perderlos 
una y otra vez.
Qué difícil ser este cambio continuo
que es mi destino,
este amor secreto que no cesa
y saber que jamás caminaremos
tomados de la mano 
por una calle llena de gente
ni nos diremos una vez más
lo mucho que nos amamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario